La cuarentena y la ansiedad: Una adversidad diaria

Con el paso del tiempo nos fuimos habituando a vivir estresados y a lidiar con ello todos los días; estas emociones se han vuelto muy comunes en medio de todas las actividades diarias. Sin embargo, estar en “cuarentena” debido a la situación sanitaria que vivimos a nivel mundial, ha potenciado nuestros estados de nerviosismo. Las preocupaciones por la incertidumbre del momento actual que atravesamos, sumado a las responsabilidades cotidianas y el ritmo que obligatoriamente tuvimos que cambiar, nos van llevando a vivir con mucha ansiedad la mayor parte de nuestro día. 

La ansiedad, una de las principales causas del sobrepeso Estudios científicos han demostrado que el estrés y la ansiedad son una de las principales causas de sobrepeso. Es común que en situaciones de mucho estrés, como la que vivimos actualmente, nuestros hábitos alimentarios se vean alterados. Podemos experimentar que frente a las preocupaciones, empezamos a comer de más e incluso que nos cueste dejar de comer. Sentirnos “encerrados” puede conducirnos al picoteo continuo durante todo el día, como una forma de lidiar con emociones de aburrimiento, desconcierto, estrés, etc. Otras veces, por el contrario, se puede experimentar un descenso del apetito, pudiendo estar varios días sin sentir hambre. Muchas personas asocian la ansiedad a la comida, generando hábitos perjudiciales para la salud y ocasionando un cambio en el peso corporal. 

La ansiedad y el descanso El estado de ansiedad, en muchas ocasiones, también nos puede generar insomnio.  Éste es un trastorno muy frecuente que se produce por diversas causas, entre ellas el estrés, las preocupaciones, las emociones. Cuando este estado de intranquilidad se prolonga, nos impide dormir adecuadamente durante las noches, provocándose un estado de cansancio prolongado durante el día. Esto genera que no podamos rendir al máximo en nuestras actividades diarias y que nos encontremos irritados. Si bien este trastorno es cada vez más común, es importante combatirlo, ya que no sólo nos impide desarrollar con normalidad todas las actividades, sino que nos puede ocasionar problemas de salud a largo plazo. 

¿Cómo combatirla? En la actualidad existen diversos tratamientos para el trastorno de ansiedad, sin  embargo, es muy común que la mayoría de fármacos utilizados para ello ocasionen efectos secundarios. Desde hace varias décadas, entraron en auge los tratamientos naturales; entre ellos, el uso de plantas medicinales que poseen amplias propiedades relajantes y sedantes.  Entre las más destacadas, encontramos valeriana, tilo, melisa y pasiflora. 

La valeriana es una planta muy conocida por sus beneficios para reducir la intensidad de los síntomas de la ansiedad, como el nerviosismo, las palpitaciones, la agitación, la irritabilidad. 

Entre sus principales efectos beneficiosos, encontramos la disminución del estrés y la inquietud, junto con una sensación de calma y tranquilidad. Si bien la valeriana no cura la ansiedad, mejora sus síntomas y ayuda a la disminución de los mismos en un tratamiento prolongado. 

La valeriana es muy conocida por su propiedad sedante, lo que favorece al insomnio, facilitando un mejor sueño y descanso. Aporta beneficios en la depresión, las cefaleas tensionales, los ataques de pánico. También actúa en las hipertensiones de origen nervioso. Además actúa como relajante muscular y analgésica, especialmente en síntomas causados por distensiones musculares. Se suele asociar a la valeriana con plantas como tilo, melisa y pasiflora, debido a que igualmente son conocidas por sus propiedades relajantes. Intervienen en los trastornos del sueño, actúan como tranquilizantes en la taquicardia y depresión nerviosa. Tienen una acción antiespasmódica y antiinflamatoria. De igual forma, favorecen en las neuralgias y migrañas. Al complementarse entre ellas, sus beneficios para combatir la ansiedad y el estrés se prolongan. 

Tips para aliviar los síntomas de la ansiedad en esta cuarentena: 

● Mantener una alimentación equilibrada con un adecuado consumo de frutas y verduras; ya que ayudan a regularizar el funcionamiento de nuestro metabolismo y por ende, nos ayudan a sentirnos mejor. 

● Realizar las comidas habituales en horarios adecuados, buscando que sea de manera tranquila y en un ambiente lo más relajado posible. ● Disminuir el consumo de alimentos excitantes, especialmente los ricos en cafeína y azúcares. 

● Favorecer espacios extras de descanso. Siestas de veinte minutos pueden ser muy beneficiosas en el ritmo de cada día. 

● Tomar un baño de agua caliente antes de irse a dormir, lo que favorecerá a la relajación muscular. 

● El consumo de suplementos naturales favorecen a la disminución del estrés, el insomnio y la ansiedad. 

Lic. Pilar Samaniego, Nutricionista 

Asesora de la Línea de Suplementos Garden House 

www.gradenhouseargentina.com.ar